Desafíos y oportunidades de las medidas de seguridad en los alimentos para América Latina y el Caribe

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Desafíos y oportunidades de las medidas de seguridad en los alimentos para América Latina y el Caribe

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Los problemas sanitarios y fitosanitarios en los alimentos, junto con las incertidumbres sobre los posibles efectos que los alimentos transgénicos pudieran tener sobre la salud humana han comenzado, en los años recientes, un ciclo de crecimiento en la elaboración de normas de seguridad en los alimentos; que tienen distintos orígenes en cada mercado, distintos instrumentos y, consecuentemente, distintos efectos sobre las importaciones; así como responden a diversos instrumentos internacionales de regulación.Gracias a los acuerdos firmados dentro del marco de la OMC, los aranceles cobrados por los países han visto una paulatina (aunque no constante ni universal); reducción; este proceso ha dejado al descubierto otras barreras al comercio que, con anterioridad, veían su influencia reducida por el predominio de los derechos aduaneros.Los tres mercados más importantes para la región en materia de exportaciones de alimentos son los Estados Unidos, el Nordeste Asiático (China y Japón); y la Unión Europea (actualmente compuesta por 27 Estados);; estos tres destinos acaparan el 59% de las exportaciones de alimentos y cuentan con exigentes medidas de seguridad para las mismas, haciendo que sus efectos pueden ser dramáticos para la región.Mientras que los Estados Unidos comienzan el proceso de codificación estricta de seguridad alimentaria debido a que la yuxtaposición de accidentes alimentarios internos con los ataques terroristas del 11 de septiembre despertaron el temor de que la cadena de suministros sea utilizada para el traslado de armamento o que los alimentos en sí sean contaminados intencionalmente para con ellos perpetrar un ataque de "bioterrorismo"; en el Japón y la Unión Europea la causante del surgimiento de las normas recae más sobre la necesidad de restablecer la confianza de los consumidores luego de los grandes episodios de contaminación de alimentos que golpearan a la población durante la década de 1990. Finalmente las causantes de la proliferación de medidas en China son más oscuras, pero, como el producto analizado en este caso es únicamente la Soya (ya que comprende el 45% de las exportaciones de alimentos de la región hacia dicho destino); suelen percibirse más bien intereses económicos detrás del movimiento de codificación.El estudio de las medidas sanitarias y fitosanitarias y de las que versan sobre organismos genéticamente modificados es fundamental, ya que estas "nuevas" (más bien de creciente importancia relativa); barreras al comercio, son tales solo en la medida en que no han sido superadas; una vez que el productor/exportador logra cumplir con los requerimientos del mercado de destino, las anteriores barreras se convierten automáticamente en ventajas comparativas respecto de aquellos competidores que aún no lo logran.Así, el cumplimiento temprano de los requerimientos en materia de seguridad alimentaria no solo es necesario para mantener los mercados, sino que pueden ser utilizado para afianzar la posición en el mismo o inclusive para ganar mercados que antes parecían ya cerrados.Estas medidas ahora implementadas deben ser vistas como nuevos costos fijos dentro de la cadena de producción, ya que no responden a situaciones coyunturales y parecieran tender más a profundizarse que a desaparecer.Se destaca que las medidas de seguridad en los alimentos abren la competencia a un plano aún mayor. Anteriormente los exportadores competían entre si para el ingreso a los distintos mercados, donde luego de enfrentar las barreras al comercio debían de competir con los precios y la calidad de los productos locales. Las medidas de seguridad en los alimentos eliminan esto, poniendo tanto a productores nacionales como externos en igualdad de obligaciones; por lo que se discute su carácter de barreras para-arancelarias.Finalmente, el rol del Estado no queda relegado en ésta discusión, ya que si él decide apoyar a sus exportadores, cuenta con sendas herramientas para hacerlo y que pueden marcar una clara diferencia al momento de afrontar las medidas de seguridad en los alimentos.El fijar la óptica sobre los desafíos de estas barreras al comercio o sobre sus posibles ventajas, hará la diferencia respecto a la estrategia comercial del exportador latinoamericano y a su capacidad de mantener o ganar mercados.

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Resumen
Los problemas sanitarios y fitosanitarios en los alimentos, junto con las incertidumbres sobre los posibles efectos que los alimentos transgénicos pudieran tener sobre la salud humana han comenzado, en los años recientes, un ciclo de crecimiento en la elaboración de normas de seguridad en los alimentos; que tienen distintos orígenes en cada mercado, distintos instrumentos y, consecuentemente, distintos efectos sobre las importaciones; así como responden a diversos instrumentos internacionales de regulación.Gracias a los acuerdos firmados dentro del marco de la OMC, los aranceles cobrados por los países han visto una paulatina (aunque no constante ni universal); reducción; este proceso ha dejado al descubierto otras barreras al comercio que, con anterioridad, veían su influencia reducida por el predominio de los derechos aduaneros.Los tres mercados más importantes para la región en materia de exportaciones de alimentos son los Estados Unidos, el Nordeste Asiático (China y Japón); y la Unión Europea (actualmente compuesta por 27 Estados);; estos tres destinos acaparan el 59% de las exportaciones de alimentos y cuentan con exigentes medidas de seguridad para las mismas, haciendo que sus efectos pueden ser dramáticos para la región.Mientras que los Estados Unidos comienzan el proceso de codificación estricta de seguridad alimentaria debido a que la yuxtaposición de accidentes alimentarios internos con los ataques terroristas del 11 de septiembre despertaron el temor de que la cadena de suministros sea utilizada para el traslado de armamento o que los alimentos en sí sean contaminados intencionalmente para con ellos perpetrar un ataque de "bioterrorismo"; en el Japón y la Unión Europea la causante del surgimiento de las normas recae más sobre la necesidad de restablecer la confianza de los consumidores luego de los grandes episodios de contaminación de alimentos que golpearan a la población durante la década de 1990. Finalmente las causantes de la proliferación de medidas en China son más oscuras, pero, como el producto analizado en este caso es únicamente la Soya (ya que comprende el 45% de las exportaciones de alimentos de la región hacia dicho destino); suelen percibirse más bien intereses económicos detrás del movimiento de codificación.El estudio de las medidas sanitarias y fitosanitarias y de las que versan sobre organismos genéticamente modificados es fundamental, ya que estas "nuevas" (más bien de creciente importancia relativa); barreras al comercio, son tales solo en la medida en que no han sido superadas; una vez que el productor/exportador logra cumplir con los requerimientos del mercado de destino, las anteriores barreras se convierten automáticamente en ventajas comparativas respecto de aquellos competidores que aún no lo logran.Así, el cumplimiento temprano de los requerimientos en materia de seguridad alimentaria no solo es necesario para mantener los mercados, sino que pueden ser utilizado para afianzar la posición en el mismo o inclusive para ganar mercados que antes parecían ya cerrados.Estas medidas ahora implementadas deben ser vistas como nuevos costos fijos dentro de la cadena de producción, ya que no responden a situaciones coyunturales y parecieran tender más a profundizarse que a desaparecer.Se destaca que las medidas de seguridad en los alimentos abren la competencia a un plano aún mayor. Anteriormente los exportadores competían entre si para el ingreso a los distintos mercados, donde luego de enfrentar las barreras al comercio debían de competir con los precios y la calidad de los productos locales. Las medidas de seguridad en los alimentos eliminan esto, poniendo tanto a productores nacionales como externos en igualdad de obligaciones; por lo que se discute su carácter de barreras para-arancelarias.Finalmente, el rol del Estado no queda relegado en ésta discusión, ya que si él decide apoyar a sus exportadores, cuenta con sendas herramientas para hacerlo y que pueden marcar una clara diferencia al momento de afrontar las medidas de seguridad en los alimentos.El fijar la óptica sobre los desafíos de estas barreras al comercio o sobre sus posibles ventajas, hará la diferencia respecto a la estrategia comercial del exportador latinoamericano y a su capacidad de mantener o ganar mercados.
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