América Latina y el Caribe es una de las regiones con mayor nivel de exposición a diversos fenómenos que implican riesgos para la población. Las desigualdades históricas y los distintos desafíos relacionados con el desarrollo y la vulnerabilidad de los países han dificultado la incorporación de la gestión y reducción del riesgo de desastres en la planificación territorial. En este contexto, los países de la región han implementado políticas y planes adaptados a su realidad, a fin de prevenir los desastres y darles respuesta, así como de promover una planificación territorial que reduzca la exposición de las comunidades y sus habitantes. Este trabajo se enfoca en la relación entre el desarrollo territorial, el ordenamiento territorial y la gestión y reducción del riesgo de desastres, con el objetivo de avanzar hacia una planificación que considere la seguridad de las comunidades y su resiliencia ante fenómenos que implican riesgos. Se ofrecen orientaciones para incorporar dicha gestión en la planificación territorial, realizando ajustes a la institucionalidad, a la coordinación y participación de actores, destacando el papel que desempeñan los gobiernos subnacionales en el desarrollo y el ordenamiento territorial como una oportunidad para abordar los retos mencionados.