Economía y democracia: los casos de Chile y México

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Economía y democracia: los casos de Chile y México

Resumen

En los últimos años del siglo XX, América Latina experimentó cambios muy significativos, tanto en el ámbito económico como en el dominio político: se recuperó la senda de crecimiento de finales de los años setenta y la democracia volvió a imperar en casi toda la región. A la luz de todo lo anterior, se estimó que era oportuno interrelacionar estos dos elementos, pero centrándose en dos países relevantes: Chile y México. El primero es una democracia, que ha vivido un gran apogeo económico tras el restablecimiento del régimen de libertades públicas; mientras que la república azteca es el país con mayor tradición democrática, pero a diferencia de Chile, tuvo graves problemas económicos e institucionales durante la década de los años noventa. La interrelación entre política y economía se analiza mediante planteamientos formales en los que se comparte el supuesto de que la coyuntura económica, conjuntamente con otras variables de índole ideológica, racional y socioculutral, influye en la decisión final de los votantes. De ahí que el poder ejecutivo, a veces, reacciona diseñando la política económica con una orientación oportunista o ideológica. Tras revisar los distintos planteamientos de los ciclos oportunista e ideológico, se investigó sobre cuáles ejecutivos chilenos y mexicanos han utilizado los instrumentos y objetivos de política económica con una finalidad electoralista y/o partidista. Con ese fin, se recurrió al análisis de la intervención, ya que permite identificar cuándo comienza la injerencia gubernativa, al mismo tiempo que determina la magnitud del impacto de la misma sobre las diferentes variables macroeconómicas. De las estimaciones realizadas, se infiere, que en los gobiernos de José López Portillo y Miguel de la Madrid, en México y de Patricio Aylwin en Chile, se utilizó el objetivo de inflación, del gasto público y de la política presupuestaria, respectivamente, con una finalidad electoralista. A diferencia de ellos, Eduardo Frei Ruiz Tagle evidenció una actitud ideológica en la orientación de la política antiinflacionista chilena. No obstante, esta actitud política hay que interpretarla como la respuesta lógica del Gobierno, ante el comportamiento del electorado chileno en las elecciones parlamentarias y presidenciales de 1993. Para analizar las razones que orientaron la decisión de voto, se propone un modelo causal recursivo, que consta de diez ecuaciones. Los antecedentes recopilados permiten constatar que que fue muy dispar la actitud de los votantes de la Democracia Cristiana y sus aliados, y la de Unión por el Progreso de Chile. A modo de conclusión, se puede afirmar, que el caso chileno es un ejemplo paradigmático, en donde el progreso institucional (democracia) impulsó el crecimiento y ulterior desarrollo económico; mientras que la crisis mexicana de finales de 1994 puso de manifiesto que la economía puede entrar en una fase de crisis cuando el deterioro del ámbito político perdura y se agrava en el tiempo. Durante los últimos años del siglo XX, en América Latina la economía recuperó la senda de crecimiento de finales de los años setenta, gracias a las medidas de reforma y ajuste, y la democracia volvió a imperar en gran parte de la región a lo largo de la década de los ochenta y comienzos de los años noventa. En este contesto, se analiza la interrelación entre el ámbito económico y el dominio político en dos países relevantes de la región: Chile y México. Mientras que la república transandina vivió una época de apogeo económico tras el restablecimiento del régimen democrático, el país azteca experimentó graves problemas económicos e institucionales. En esta línea, se han publicado algunos trabajos de investigación en los cuales se analiza si en la década de los años ochenta, los regímenes democráticos han sido más eficaces que los autoritarios a la hora de articular una política económica contra la crisis y en qué medida los ejecutivos orientaron la política económica con una finalidad electoralista y/o ideológica . Las principales conclusiones que se extraen de la revisión de esos trabajos es que no hay grandes diferencias entre los gobiernos democráticos y los autoritarios aunque es evidente, que los regímenes democráticos fueron más eficientes que las dictaduras a la hora de favorecer el crecimiento económico, controlar los déficit en términos reales y reducir la deuda pública. Por otra parte, Sáez (1996) ha probado, que algunos ejecutivos democráticos de la región favorecieron la presencia de ciclos políticos y partidistas en materia de control de la inflación y en política presupuestaria. El objetivo fundamental de este estudio es determinar si los gobiernos de Chile y México actuaron de un modo colectivo con las demás instituciones estatales, pero sin renunciar a mantener una actitud electoralista e ideológica en la orientación de la política económica. También se estudia, hasta que punto las primeras medidas de acción adoptadas por el ejecutivo de Frei pueden calificarse como la respuesta lógica del Gobierno de la Concertación ante las decisiones de los ciudadanos chilenos en las elecciones presidenciales y parlamentarias celebradas en 1993. Para alcanzar estos objetivos necesario comenzar revisando los fundamentos analíticos que sustentan el análisis del ciclo político e ideológico de la economía aquéllos de la función de voto (apartado primero). En los dos capítulos siguientes, se abordaron los casos de Chile y México. Se finaliza este estudio con las principales conclusiones.

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Resumen
En los últimos años del siglo XX, América Latina experimentó cambios muy significativos, tanto en el ámbito económico como en el dominio político: se recuperó la senda de crecimiento de finales de los años setenta y la democracia volvió a imperar en casi toda la región. A la luz de todo lo anterior, se estimó que era oportuno interrelacionar estos dos elementos, pero centrándose en dos países relevantes: Chile y México. El primero es una democracia, que ha vivido un gran apogeo económico tras el restablecimiento del régimen de libertades públicas; mientras que la república azteca es el país con mayor tradición democrática, pero a diferencia de Chile, tuvo graves problemas económicos e institucionales durante la década de los años noventa. La interrelación entre política y economía se analiza mediante planteamientos formales en los que se comparte el supuesto de que la coyuntura económica, conjuntamente con otras variables de índole ideológica, racional y socioculutral, influye en la decisión final de los votantes. De ahí que el poder ejecutivo, a veces, reacciona diseñando la política económica con una orientación oportunista o ideológica. Tras revisar los distintos planteamientos de los ciclos oportunista e ideológico, se investigó sobre cuáles ejecutivos chilenos y mexicanos han utilizado los instrumentos y objetivos de política económica con una finalidad electoralista y/o partidista. Con ese fin, se recurrió al análisis de la intervención, ya que permite identificar cuándo comienza la injerencia gubernativa, al mismo tiempo que determina la magnitud del impacto de la misma sobre las diferentes variables macroeconómicas. De las estimaciones realizadas, se infiere, que en los gobiernos de José López Portillo y Miguel de la Madrid, en México y de Patricio Aylwin en Chile, se utilizó el objetivo de inflación, del gasto público y de la política presupuestaria, respectivamente, con una finalidad electoralista. A diferencia de ellos, Eduardo Frei Ruiz Tagle evidenció una actitud ideológica en la orientación de la política antiinflacionista chilena. No obstante, esta actitud política hay que interpretarla como la respuesta lógica del Gobierno, ante el comportamiento del electorado chileno en las elecciones parlamentarias y presidenciales de 1993. Para analizar las razones que orientaron la decisión de voto, se propone un modelo causal recursivo, que consta de diez ecuaciones. Los antecedentes recopilados permiten constatar que que fue muy dispar la actitud de los votantes de la Democracia Cristiana y sus aliados, y la de Unión por el Progreso de Chile. A modo de conclusión, se puede afirmar, que el caso chileno es un ejemplo paradigmático, en donde el progreso institucional (democracia) impulsó el crecimiento y ulterior desarrollo económico; mientras que la crisis mexicana de finales de 1994 puso de manifiesto que la economía puede entrar en una fase de crisis cuando el deterioro del ámbito político perdura y se agrava en el tiempo. Durante los últimos años del siglo XX, en América Latina la economía recuperó la senda de crecimiento de finales de los años setenta, gracias a las medidas de reforma y ajuste, y la democracia volvió a imperar en gran parte de la región a lo largo de la década de los ochenta y comienzos de los años noventa. En este contesto, se analiza la interrelación entre el ámbito económico y el dominio político en dos países relevantes de la región: Chile y México. Mientras que la república transandina vivió una época de apogeo económico tras el restablecimiento del régimen democrático, el país azteca experimentó graves problemas económicos e institucionales. En esta línea, se han publicado algunos trabajos de investigación en los cuales se analiza si en la década de los años ochenta, los regímenes democráticos han sido más eficaces que los autoritarios a la hora de articular una política económica contra la crisis y en qué medida los ejecutivos orientaron la política económica con una finalidad electoralista y/o ideológica . Las principales conclusiones que se extraen de la revisión de esos trabajos es que no hay grandes diferencias entre los gobiernos democráticos y los autoritarios aunque es evidente, que los regímenes democráticos fueron más eficientes que las dictaduras a la hora de favorecer el crecimiento económico, controlar los déficit en términos reales y reducir la deuda pública. Por otra parte, Sáez (1996) ha probado, que algunos ejecutivos democráticos de la región favorecieron la presencia de ciclos políticos y partidistas en materia de control de la inflación y en política presupuestaria. El objetivo fundamental de este estudio es determinar si los gobiernos de Chile y México actuaron de un modo colectivo con las demás instituciones estatales, pero sin renunciar a mantener una actitud electoralista e ideológica en la orientación de la política económica. También se estudia, hasta que punto las primeras medidas de acción adoptadas por el ejecutivo de Frei pueden calificarse como la respuesta lógica del Gobierno de la Concertación ante las decisiones de los ciudadanos chilenos en las elecciones presidenciales y parlamentarias celebradas en 1993. Para alcanzar estos objetivos necesario comenzar revisando los fundamentos analíticos que sustentan el análisis del ciclo político e ideológico de la economía aquéllos de la función de voto (apartado primero). En los dos capítulos siguientes, se abordaron los casos de Chile y México. Se finaliza este estudio con las principales conclusiones.
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