Acceso al crédito bancario de las microempresas chilenas: lecciones de la década de los noventa
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Acceso al crédito bancario de las microempresas chilenas: lecciones de la década de los noventa
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Resumen En este documento se reseñan las características centrales de la experiencia chilena en materia de aplicación de instrumentos públicos orientados al objetivo de lograr una masiva incorporación y mantención de las microempresas en los circuitos de crédito bancario, sin por eso alterar los mecanismos de mercado en materia de asignación de recursos prevalecientes en la banca. Del presente estudio resulta notorio el cómo, tras la aplicación de estas políticas, en el curso de tan sólo una década (1992-2001), las microempresas chilenas han avanzado aceleradamente hacia su constitución en sujetos de crédito de alto interés para la banca comercial. Pese a que el escenario económico no les ha sido en absoluto favorable y a que las políticas macroeconómicas han discriminado abiertamente en su contra, las microempresas parecen haber mejorado claramente su calidad de sujeto de crédito para la banca, aumentando su participación absoluta y relativa en el crédito total concedido por esta al conjunto de las empresas chilenas. Las políticas públicas chilenas se han concentrado en el otorgamiento de subsidios a los costos de transacción de las instituciones bancarias oferentes de crédito a microempresas, a la vez que han rechazado todas aquellas opciones que podrían haber discriminado positivamente" a estas empresas manipulando la tasa de interés. Este enfoque de las autoridades económicas chilenas, parece haber ejercido un positivo impacto en términos de posibilitar que sean las propias fuerzas del mercado de capitales las que se hagan cargo de cumplir la tarea de bancarizar a este sector empresarial. Durante la década de los noventa el sistema bancario chileno llegó prácticamente a los limites de lo posible en materia de bancarización de empresas, sin embargo esta situación sufre un fuerte proceso de regresión a partir de la crisis recesiva inaugurada en 1998. Pese a esto las microempresas chilenas, miradas a lo largo de una década han visto aumentar su bancarización, no obstante la presencia de un cierto deterioro de su posición económica en los últimos cuatro años. Esta situación augura el que el avance registrado, desde inicios de los años noventa a la fecha, se sostendrá a lo largo del tiempo, lo cual parece mostrar de un modo claro la adecuación de la estrategia seguida en Chile al efecto. En este documento se analiza con cierto detalle tanto la operatoria de los programas chilenos de subsidio a la instalación de plataformas bancarias de atención a las microempresas, así como las estrategias comerciales seguidas por los tres principales bancos involucrados en dichos programas. Se analiza de ese modo el cómo la banca comercial chilena se ha comprometido de un modo relevante en la generación de crédito a este sector, desarrollando nuevas tecnologías, perfiles profesionales y plataformas comerciales de nuevo tipo. Aun cuando, los temas de las altas tasas a las cuales se logra el acceso permanecen como un problema vigente, el hecho de que prácticamente un tercio de las microempresas chilenas hayan logrado acceder al crédito bancario en el curso de una década, puede considerarse un enorme logro, sin perjuicio del déficit de cobertura que aún persiste en los estratos más débiles de las microempresas."
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Resumen
Resumen En este documento se reseñan las características centrales de la experiencia chilena en materia de aplicación de instrumentos públicos orientados al objetivo de lograr una masiva incorporación y mantención de las microempresas en los circuitos de crédito bancario, sin por eso alterar los mecanismos de mercado en materia de asignación de recursos prevalecientes en la banca. Del presente estudio resulta notorio el cómo, tras la aplicación de estas políticas, en el curso de tan sólo una década (1992-2001), las microempresas chilenas han avanzado aceleradamente hacia su constitución en sujetos de crédito de alto interés para la banca comercial. Pese a que el escenario económico no les ha sido en absoluto favorable y a que las políticas macroeconómicas han discriminado abiertamente en su contra, las microempresas parecen haber mejorado claramente su calidad de sujeto de crédito para la banca, aumentando su participación absoluta y relativa en el crédito total concedido por esta al conjunto de las empresas chilenas. Las políticas públicas chilenas se han concentrado en el otorgamiento de subsidios a los costos de transacción de las instituciones bancarias oferentes de crédito a microempresas, a la vez que han rechazado todas aquellas opciones que podrían haber discriminado positivamente" a estas empresas manipulando la tasa de interés. Este enfoque de las autoridades económicas chilenas, parece haber ejercido un positivo impacto en términos de posibilitar que sean las propias fuerzas del mercado de capitales las que se hagan cargo de cumplir la tarea de bancarizar a este sector empresarial. Durante la década de los noventa el sistema bancario chileno llegó prácticamente a los limites de lo posible en materia de bancarización de empresas, sin embargo esta situación sufre un fuerte proceso de regresión a partir de la crisis recesiva inaugurada en 1998. Pese a esto las microempresas chilenas, miradas a lo largo de una década han visto aumentar su bancarización, no obstante la presencia de un cierto deterioro de su posición económica en los últimos cuatro años. Esta situación augura el que el avance registrado, desde inicios de los años noventa a la fecha, se sostendrá a lo largo del tiempo, lo cual parece mostrar de un modo claro la adecuación de la estrategia seguida en Chile al efecto. En este documento se analiza con cierto detalle tanto la operatoria de los programas chilenos de subsidio a la instalación de plataformas bancarias de atención a las microempresas, así como las estrategias comerciales seguidas por los tres principales bancos involucrados en dichos programas. Se analiza de ese modo el cómo la banca comercial chilena se ha comprometido de un modo relevante en la generación de crédito a este sector, desarrollando nuevas tecnologías, perfiles profesionales y plataformas comerciales de nuevo tipo. Aun cuando, los temas de las altas tasas a las cuales se logra el acceso permanecen como un problema vigente, el hecho de que prácticamente un tercio de las microempresas chilenas hayan logrado acceder al crédito bancario en el curso de una década, puede considerarse un enorme logro, sin perjuicio del déficit de cobertura que aún persiste en los estratos más débiles de las microempresas."