Caminos hacia la equidad de género en América Latina y el Caribe

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Caminos hacia la equidad de género en América Latina y el Caribe

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Las dos últimas décadas se han caracterizado por las profundas transformaciones provocadas por la irrupción de las mujeres en el mundo público. Estas han abarcado, entre otros aspectos, los cambios en el mundo del trabajo, los logros educativos, las bajas notables de la fecundidad femenina, las consecuentes modificaciones de las relaciones familiares y el progreso, importante aunque insuficiente, en materia de acceso a la toma de decisiones. Sin embargo, la mayoría de los hombres no participa en el trabajo del hogar, ni en el conjunto de las actividades de cuidado no remuneradas que trae aparejadas la vida comunitaria y social, con la consecuente concentración del trabajo doméstico en manos de las mujeres. La armonización del ámbito público y privado plantea desafíos en el campo de los valores y los comportamientos, y requiere de políticas públicas que favorezcan la redistribución de las responsabilidades familiares entre hombres y mujeres. En el ámbito institucional, se han creado nuevas entidades, en el marco de complejos procesos de reforma del Estado. Los cambios legislativos han dado origen a oportunidades y desafíos, especialmente en lo que se refiere al ejercicio real e integral de los derechos humanos de las mujeres. Nuevos conocimientos y una amplia gama de experiencias en el ámbito de las políticas demuestran que la igualdad de género tiene efectos positivos en el desarrollo. Dos áreas son sumamente importantes, tanto para la región como para el logro de la igualdad de género: la superación de la pobreza y el empoderamiento de la ciudadanía, en un contexto democrático. "Caminos hacia la equidad de género" es el documento que presenta la CEPAL a la novena Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, así como la contribución regional al cuadragésimo noveno período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, que se celebrará en marzo del 2005. En este se examina y evalúa el cumplimiento de los compromisos plasmados en el Programa de Acción Regional para las Mujeres de América Latina y el Caribe, cuya vigencia se extendió más allá del año 2001 en virtud del Consenso de Lima, aprobado en la octava Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe (Lima, 2000);, y en la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995);. Su preparación abarcó un amplio proceso de consulta con representantes de los países miembros, que participaron en tres reuniones preparatorias subregionales y dos foros virtuales. Dado que se trata de un documento de evaluación de la década, los gobiernos de la región coincidieron ampliamente en ratificar la relevancia y plena vigencia de los compromisos internacionales relacionados con el adelanto de la mujer adoptados en las cumbres mundiales celebradas en los años noventa, que culminaron con el establecimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Estos compromisos siguen siendo la carta de navegación internacional para el logro de la igualdad. En consecuencia, el examen de los avances y de los desafíos se ha entendido como un ejercicio de aprendizaje colectivo, que comprende la identificación y difusión de las mejores prácticas, los principales obstáculos y las herramientas y conocimientos necesarios para mejorar las políticas. La estrategia de transversalización de la perspectiva de género en las políticas se reconoce aún como la más idónea, aunque se señalan los nuevos desafíos que surgen del desarrollo tecnológico, las dificultades en la economía mundial y la incertidumbre sobre el futuro de la democracia. La primera versión de este trabajo se presentó en la trigésima quinta reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia (Habana, Cuba, 28 y 29 de abril de 2003);.3 En esa oportunidad, los países miembros recomendaron que los debates de la novena Conferencia se dedicaran a dos ejes temáticos, a saber, "pobreza, economía y equidad de género" y "empoderamiento, desarrollo institucional y equidad de género" (CEPAL, 2003c);. El primer capítulo del documento está dedicado a una síntesis del proceso de avance de la equidad de género en la región. En el segundo se analizan los vínculos entre la pobreza y la autonomía económica de las mujeres. Se confiere particular importancia al estudio de la división entre el trabajo productivo y reproductivo y de las consecuencias de esta en el acceso a las oportunidades. En el tercer capítulo se examina el camino recorrido en materia de desarrollo institucional y participación política. Se destacan los aportes del enfoque de género a la formulación y ejecución de políticas, tanto respecto del logro de la igualdad como de la modernización del Estado. En el último capítulo se enumera, sobre la base de las lecciones aprendidas, los elementos que, bajo determinadas condiciones, pueden favorecer la consecución de los objetivos y que, aunque no se pretenda trazar un modelo único, deberían formar parte de toda estrategia. A modo de conclusión, cabe afirmar que, en cierta forma, el diálogo entre políticas de género y de desarrollo económico, social y político tiene aun más de arte que de ciencia.


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Resumen
Las dos últimas décadas se han caracterizado por las profundas transformaciones provocadas por la irrupción de las mujeres en el mundo público. Estas han abarcado, entre otros aspectos, los cambios en el mundo del trabajo, los logros educativos, las bajas notables de la fecundidad femenina, las consecuentes modificaciones de las relaciones familiares y el progreso, importante aunque insuficiente, en materia de acceso a la toma de decisiones. Sin embargo, la mayoría de los hombres no participa en el trabajo del hogar, ni en el conjunto de las actividades de cuidado no remuneradas que trae aparejadas la vida comunitaria y social, con la consecuente concentración del trabajo doméstico en manos de las mujeres. La armonización del ámbito público y privado plantea desafíos en el campo de los valores y los comportamientos, y requiere de políticas públicas que favorezcan la redistribución de las responsabilidades familiares entre hombres y mujeres. En el ámbito institucional, se han creado nuevas entidades, en el marco de complejos procesos de reforma del Estado. Los cambios legislativos han dado origen a oportunidades y desafíos, especialmente en lo que se refiere al ejercicio real e integral de los derechos humanos de las mujeres. Nuevos conocimientos y una amplia gama de experiencias en el ámbito de las políticas demuestran que la igualdad de género tiene efectos positivos en el desarrollo. Dos áreas son sumamente importantes, tanto para la región como para el logro de la igualdad de género: la superación de la pobreza y el empoderamiento de la ciudadanía, en un contexto democrático. "Caminos hacia la equidad de género" es el documento que presenta la CEPAL a la novena Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, así como la contribución regional al cuadragésimo noveno período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, que se celebrará en marzo del 2005. En este se examina y evalúa el cumplimiento de los compromisos plasmados en el Programa de Acción Regional para las Mujeres de América Latina y el Caribe, cuya vigencia se extendió más allá del año 2001 en virtud del Consenso de Lima, aprobado en la octava Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe (Lima, 2000);, y en la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995);. Su preparación abarcó un amplio proceso de consulta con representantes de los países miembros, que participaron en tres reuniones preparatorias subregionales y dos foros virtuales. Dado que se trata de un documento de evaluación de la década, los gobiernos de la región coincidieron ampliamente en ratificar la relevancia y plena vigencia de los compromisos internacionales relacionados con el adelanto de la mujer adoptados en las cumbres mundiales celebradas en los años noventa, que culminaron con el establecimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Estos compromisos siguen siendo la carta de navegación internacional para el logro de la igualdad. En consecuencia, el examen de los avances y de los desafíos se ha entendido como un ejercicio de aprendizaje colectivo, que comprende la identificación y difusión de las mejores prácticas, los principales obstáculos y las herramientas y conocimientos necesarios para mejorar las políticas. La estrategia de transversalización de la perspectiva de género en las políticas se reconoce aún como la más idónea, aunque se señalan los nuevos desafíos que surgen del desarrollo tecnológico, las dificultades en la economía mundial y la incertidumbre sobre el futuro de la democracia. La primera versión de este trabajo se presentó en la trigésima quinta reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia (Habana, Cuba, 28 y 29 de abril de 2003);.3 En esa oportunidad, los países miembros recomendaron que los debates de la novena Conferencia se dedicaran a dos ejes temáticos, a saber, "pobreza, economía y equidad de género" y "empoderamiento, desarrollo institucional y equidad de género" (CEPAL, 2003c);. El primer capítulo del documento está dedicado a una síntesis del proceso de avance de la equidad de género en la región. En el segundo se analizan los vínculos entre la pobreza y la autonomía económica de las mujeres. Se confiere particular importancia al estudio de la división entre el trabajo productivo y reproductivo y de las consecuencias de esta en el acceso a las oportunidades. En el tercer capítulo se examina el camino recorrido en materia de desarrollo institucional y participación política. Se destacan los aportes del enfoque de género a la formulación y ejecución de políticas, tanto respecto del logro de la igualdad como de la modernización del Estado. En el último capítulo se enumera, sobre la base de las lecciones aprendidas, los elementos que, bajo determinadas condiciones, pueden favorecer la consecución de los objetivos y que, aunque no se pretenda trazar un modelo único, deberían formar parte de toda estrategia. A modo de conclusión, cabe afirmar que, en cierta forma, el diálogo entre políticas de género y de desarrollo económico, social y político tiene aun más de arte que de ciencia.
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