Los mercados y el Estado en la evolución del "manifiesto" de Prebisch

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Los mercados y el Estado en la evolución del "manifiesto" de Prebisch

Resumen

Cuando Raúl Prebisch murió en 1986 sus ideas estaban pasadas de moda en el Washington de Ronald Reagan y en las capitales latinoamericanas, desechadas por la mayoría de los economistas occidentales como anticuadas --o incluso peligrosamente equivocadas en la nueva cruzada por la globalización. Sólo los círculos de las Naciones Unidas y un pequeño grupo de partidarios insistían en su contribución permanente. Era como si su vida hubiera sido el mero reflejo de la turbulencia de un siglo breve y violento --como lo denominó Hosbawn (1994);--; ahora que había concluido, con la guerra fría relegada a la historia, también lo estaba (al parecer); el legado de Prebisch. Ha ocurrido exactamente lo contrario. La vida y obra de Prebisch conservan una importancia contemporánea notable. Su estatura como economista y formulador de políticas ha crecido en vez de disminuir; y el reconocimiento de la magnitud de su aporte sigue expandiéndose a medida que los académicos recopilan fuentes y manuscritos inéditos. Resulta que Prebisch se conserva muy bien. El tema central de sus preocupaciones desde los años veinte hasta el diálogo Norte-Sur era la relación entre los mercados y el Estado; hoy la globalización y los descontentos con ella (o la "globalización civilizadora", como la han denominado algunos autores); sigue siendo el desafío central tanto para América Latina como para la mayor parte de la humanidad. Por este motivo, vale la pena examinar nuevamente la inmensa contribución de Prebisch --tanto los desafíos que encaró como los conceptos e instrumentos de política que desarrolló mediante el ensayo y error para hacer frente a los desafíos que planteaba el desarrollo en Argentina, América Latina y el mundo. Ninguna persona de su estatura ha sido tan olvidada e incomprendida en la literatura como Raúl Prebisch. Esto no significa sostener que no haya contribuciones importantes de destacados académicos sobre determinadas etapas de su vida. De hecho, existe una abundante bibliografía que continúa enriqueciéndose. Más bien, el obstáculo que ha amagado desde un principio la realización de estudios sobre Prebisch ha sido la incapacidad persistente de integrar las dimensiones académica y normativa de su vida. Hay una dicotomía aparente en la vida y obra de don Raúl, en que el registro histórico predominante proyecta una imagen dual, casi una doble personalidad, entre sus períodos en Argentina y en las Naciones Unidas. Uno es el Raúl Prebisch internacional de la CEPAL, la UNCTAD y más allá --pensador radical y fundador del estructuralismo; innovador y creador de instituciones; luchador incansable por la justicia en las relaciones regionales y mundiales; la pesadilla de Washington durante sus años cepalinos; vibrante, elegante, con carisma y compasión-- un líder auténtico y singular desde el momento en que en 1949 presentó su "manifiesto" en el segundo período de sesiones de la CEPAL en La Habana. El "otro" Prebisch, cuando servía al Estado argentino, estaba vinculado con la oligarquía argentina y la restauración conservadora entre 1930 y 1943, conocida también como la "década infame". De hecho, se benefició del golpe militar del 6 de septiembre de 1930 del general Uriburu que inició este período, fue nombrado Subsecretario de Hacienda a los 29 años, con cometidos cada vez más importantes hasta 1943, que culminaron con su creación del Banco Central, que dirigió como gerente general hasta su despido al término de la restauración conservadora. De hecho, en la vida y obra de Prebisch hay una unidad fundamental --no hay una doble personalidad, dicotomía o imagen dual-- y la clave para conocer su legado permanente como pensador radica en vincular sus períodos en Argentina y las Naciones Unidas. Las culpables de limitar por tanto tiempo la investigación bibliográfica sistemática han sido, por una parte, la complejidad de la vida de don Raúl como actor y pensador y, por otra, la excepcional turbulencia que afligió a Argentina y el sistema mundial durante la Segunda Guerra Mundial y después de ella. Ante todo, se ha prestado poca atención a los años transcurridos entre su despido del cargo en octubre de 1943 y su presentación de El desarrollo de la América Latina y algunos de sus principales problemas en el segundo período de sesiones de la CEPAL en La Habana en junio de 1949 (Prebisch, 1949);. El Archivo Prebisch, ahora disponible en Santiago, contiene nuevo material en abundancia, que comprende muchos manuscritos y correspondencia que abarcan desde sus años jóvenes hasta sus años cepalinos, y documentan la evolución de su pensamiento sobre los mercados y el Estado desde su salida del Banco Central en 1943 hasta su "manifiesto" de La Habana en 1949. El presente artículo representa el primer paso en esta tarea más amplia de profundizar la literatura académica sobre los orígenes de la tesis cepalina.

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Resumen
Cuando Raúl Prebisch murió en 1986 sus ideas estaban pasadas de moda en el Washington de Ronald Reagan y en las capitales latinoamericanas, desechadas por la mayoría de los economistas occidentales como anticuadas --o incluso peligrosamente equivocadas en la nueva cruzada por la globalización. Sólo los círculos de las Naciones Unidas y un pequeño grupo de partidarios insistían en su contribución permanente. Era como si su vida hubiera sido el mero reflejo de la turbulencia de un siglo breve y violento --como lo denominó Hosbawn (1994);--; ahora que había concluido, con la guerra fría relegada a la historia, también lo estaba (al parecer); el legado de Prebisch. Ha ocurrido exactamente lo contrario. La vida y obra de Prebisch conservan una importancia contemporánea notable. Su estatura como economista y formulador de políticas ha crecido en vez de disminuir; y el reconocimiento de la magnitud de su aporte sigue expandiéndose a medida que los académicos recopilan fuentes y manuscritos inéditos. Resulta que Prebisch se conserva muy bien. El tema central de sus preocupaciones desde los años veinte hasta el diálogo Norte-Sur era la relación entre los mercados y el Estado; hoy la globalización y los descontentos con ella (o la "globalización civilizadora", como la han denominado algunos autores); sigue siendo el desafío central tanto para América Latina como para la mayor parte de la humanidad. Por este motivo, vale la pena examinar nuevamente la inmensa contribución de Prebisch --tanto los desafíos que encaró como los conceptos e instrumentos de política que desarrolló mediante el ensayo y error para hacer frente a los desafíos que planteaba el desarrollo en Argentina, América Latina y el mundo. Ninguna persona de su estatura ha sido tan olvidada e incomprendida en la literatura como Raúl Prebisch. Esto no significa sostener que no haya contribuciones importantes de destacados académicos sobre determinadas etapas de su vida. De hecho, existe una abundante bibliografía que continúa enriqueciéndose. Más bien, el obstáculo que ha amagado desde un principio la realización de estudios sobre Prebisch ha sido la incapacidad persistente de integrar las dimensiones académica y normativa de su vida. Hay una dicotomía aparente en la vida y obra de don Raúl, en que el registro histórico predominante proyecta una imagen dual, casi una doble personalidad, entre sus períodos en Argentina y en las Naciones Unidas. Uno es el Raúl Prebisch internacional de la CEPAL, la UNCTAD y más allá --pensador radical y fundador del estructuralismo; innovador y creador de instituciones; luchador incansable por la justicia en las relaciones regionales y mundiales; la pesadilla de Washington durante sus años cepalinos; vibrante, elegante, con carisma y compasión-- un líder auténtico y singular desde el momento en que en 1949 presentó su "manifiesto" en el segundo período de sesiones de la CEPAL en La Habana. El "otro" Prebisch, cuando servía al Estado argentino, estaba vinculado con la oligarquía argentina y la restauración conservadora entre 1930 y 1943, conocida también como la "década infame". De hecho, se benefició del golpe militar del 6 de septiembre de 1930 del general Uriburu que inició este período, fue nombrado Subsecretario de Hacienda a los 29 años, con cometidos cada vez más importantes hasta 1943, que culminaron con su creación del Banco Central, que dirigió como gerente general hasta su despido al término de la restauración conservadora. De hecho, en la vida y obra de Prebisch hay una unidad fundamental --no hay una doble personalidad, dicotomía o imagen dual-- y la clave para conocer su legado permanente como pensador radica en vincular sus períodos en Argentina y las Naciones Unidas. Las culpables de limitar por tanto tiempo la investigación bibliográfica sistemática han sido, por una parte, la complejidad de la vida de don Raúl como actor y pensador y, por otra, la excepcional turbulencia que afligió a Argentina y el sistema mundial durante la Segunda Guerra Mundial y después de ella. Ante todo, se ha prestado poca atención a los años transcurridos entre su despido del cargo en octubre de 1943 y su presentación de El desarrollo de la América Latina y algunos de sus principales problemas en el segundo período de sesiones de la CEPAL en La Habana en junio de 1949 (Prebisch, 1949);. El Archivo Prebisch, ahora disponible en Santiago, contiene nuevo material en abundancia, que comprende muchos manuscritos y correspondencia que abarcan desde sus años jóvenes hasta sus años cepalinos, y documentan la evolución de su pensamiento sobre los mercados y el Estado desde su salida del Banco Central en 1943 hasta su "manifiesto" de La Habana en 1949. El presente artículo representa el primer paso en esta tarea más amplia de profundizar la literatura académica sobre los orígenes de la tesis cepalina.
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