La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) publican este tercer informe en un escenario que impone diversos desafíos para el cumplimiento de los compromisos establecidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Los múltiples desafíos heredados de la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) y la crisis de desarrollo que atraviesa América Latina y el Caribe, han provocado importantes retrocesos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en indicadores clave de salud. Asimismo, permanecen grandes desafíos para alcanzar las metas de acceso universal a la salud, junto a problemas de subfinanciamiento crónico, fragmentación y segmentación de los sistemas de salud de los países de la región, que generan problemas de suficiencia, acceso, equidad, eficiencia y coordinación. Lo anterior interactúa con los determinantes sociales de la salud, afectando directamente el bienestar de las personas y ampliando las desigualdades y la vulnerabilidad de ciertos grupos de población. En este contexto, la CEPAL y la OPS plantean la necesidad de llevar a cabo reformas en los sistemas de salud para garanticen el acceso a la salud oportuno y de calidad, fortaleciendo la capacidad institucional para responder y adaptarse a emergencias sanitarias tanto actuales como futuras, y coordinarse con los sistemas de protección social, garantizando el derecho a la salud y sin dejar a nadie atrás. La atención primaria de salud se considera una dimensión estratégica para esta necesaria transformación, junto al aumento de la inversión pública en salud hasta alcanzar, el 6% del producto interno bruto (PIB) como mínimo, orientando un 30% de ello a la atención primaria de salud. Ello debe ir de la mano con la sostenibilidad financiera del sistema de salud en términos de cobertura y suficiencia de las prestaciones.