Descentralización en América Latina: cómo hacer viable el desarrollo local

Compartir
Título de la revista
ISSN de la revista
Título del volumen
Citación

Descentralización en América Latina: cómo hacer viable el desarrollo local

Resumen

A fin de estimular la competitividad, la descentralización debe orientarse a propiciar el desarrollo local. Para ello, habría que transferir competencias, particularmente en lo que se refiere a provisión de infraestructura básica, hasta los niveles más próximos al ciudadano. Asimismo, se debería apoyar procesos autónomos de concertación local con mayores transferencias de recursos de libre disponibilidad, pero que sean proporcionales a los respectivos esfuerzos locales relativos, a fin de asegurar eficiencia fiscal y a la vez garantizar equidad. Los procesos de la región, sin embargo, no han sido orientados en ese sentido sino, primordialmente, a implementar políticas sociales de carácter asistencial. ¿Cómo reorientarlos para estimular el desarrollo local sin desmedro y más bien con ventajas para la equidad social? Para que mediante la descentralización se contribuya mejor al desarrollo local se debería lograr la mayor correspondencia posible entre los procesos subnacionales de decisión democrática y las demandas geográficamente diferenciadas, además de facilitar una efectiva revelación de preferencias. Para que ello ocurra, se propone, principalmente: (i) estimular la conformación de mancomunidades municipales que correspondan a micro-regiones; (ii) adoptar el sistema de representación territorial para la elección de representantes en órganos locales, y (iii) vincular las decisiones sobre el gasto local con las que se refieren a los aportes de cada localidad. Esto último no sería pertinente cuando se trata de facilitar el acceso de todos los habitantes a niveles similares de educación y salud, independientemente de su lugar de residencia, pero sí en el caso de la provisión de infraestructura y servicios básicos, sobre cuya base podrían promoverse procesos autónomos de concertación público- ocial-privada, para el desarrollo local. Debería diferenciarse, entonces, entre dos sistemas redistributivos: uno, social, destinado a garantizar a cada habitante una canasta social y el otro, territorial, orientado a apoyar los esfuerzos locales en autoprovisión de infraestructura y servicios básicos. Las estrategias de desarrollo local emergentes de estos procesos de concertación deberían complementarse con políticas de provisión de infraestructura y servicios en ámbitos supralocales, y de fomento productivo y apoyo a pequeñas y medianas empresas, para cuya implementación sería esencial el papel de los niveles intermedios. Junto con propiciar la competitividad, el apoyo a unidades productivas de menor dimensión dentro de estrategias de desarrollo local debería contribuir eficazmente a mejorar los niveles y la distribución del ingreso, objetivo respecto al cual las políticas asistenciales son sólo subsidiarias. Hacer viable el desarrollo local a través de políticas como las propuestas también debería contribuir eficazmente a fortalecer y desarrollar la gobernanza democrática.""

TIPO DE DOCUMENTO

Resumen
A fin de estimular la competitividad, la descentralización debe orientarse a propiciar el desarrollo local. Para ello, habría que transferir competencias, particularmente en lo que se refiere a provisión de infraestructura básica, hasta los niveles más próximos al ciudadano. Asimismo, se debería apoyar procesos autónomos de concertación local con mayores transferencias de recursos de libre disponibilidad, pero que sean proporcionales a los respectivos esfuerzos locales relativos, a fin de asegurar eficiencia fiscal y a la vez garantizar equidad. Los procesos de la región, sin embargo, no han sido orientados en ese sentido sino, primordialmente, a implementar políticas sociales de carácter asistencial. ¿Cómo reorientarlos para estimular el desarrollo local sin desmedro y más bien con ventajas para la equidad social? Para que mediante la descentralización se contribuya mejor al desarrollo local se debería lograr la mayor correspondencia posible entre los procesos subnacionales de decisión democrática y las demandas geográficamente diferenciadas, además de facilitar una efectiva revelación de preferencias. Para que ello ocurra, se propone, principalmente: (i) estimular la conformación de mancomunidades municipales que correspondan a micro-regiones; (ii) adoptar el sistema de representación territorial para la elección de representantes en órganos locales, y (iii) vincular las decisiones sobre el gasto local con las que se refieren a los aportes de cada localidad. Esto último no sería pertinente cuando se trata de facilitar el acceso de todos los habitantes a niveles similares de educación y salud, independientemente de su lugar de residencia, pero sí en el caso de la provisión de infraestructura y servicios básicos, sobre cuya base podrían promoverse procesos autónomos de concertación público- ocial-privada, para el desarrollo local. Debería diferenciarse, entonces, entre dos sistemas redistributivos: uno, social, destinado a garantizar a cada habitante una canasta social y el otro, territorial, orientado a apoyar los esfuerzos locales en autoprovisión de infraestructura y servicios básicos. Las estrategias de desarrollo local emergentes de estos procesos de concertación deberían complementarse con políticas de provisión de infraestructura y servicios en ámbitos supralocales, y de fomento productivo y apoyo a pequeñas y medianas empresas, para cuya implementación sería esencial el papel de los niveles intermedios. Junto con propiciar la competitividad, el apoyo a unidades productivas de menor dimensión dentro de estrategias de desarrollo local debería contribuir eficazmente a mejorar los niveles y la distribución del ingreso, objetivo respecto al cual las políticas asistenciales son sólo subsidiarias. Hacer viable el desarrollo local a través de políticas como las propuestas también debería contribuir eficazmente a fortalecer y desarrollar la gobernanza democrática.""
Evento
Proyecto
Colecciones