Una de las principales debilidades estructurales de los sistemas tributarios de América Latina y el Caribe es el escaso peso relativo del impuesto sobre la renta de las personas físicas. Esto priva a los países de un instrumento impositivo esencial que contribuye a la solvencia de las finanzas públicas, refuerza la necesaria redistribución del ingreso y fortalece la política contracíclica. A lo largo de las últimas décadas se han registrado importantes avances —aunque insuficientes— en el diseño y el rendimiento de este impuesto. En este documento se analiza su situación a nivel regional, incluidas sus interrelaciones con otros instrumentos, como los impuestos patrimoniales y las contribuciones para el financiamiento de la seguridad social. El análisis permite ver claramente los principales desafíos pendientes. Se propone un marco de referencia con lineamientos prioritarios para lograr el fortalecimiento integral del impuesto sobre la renta de las personas físicas en los países de la región. Con esto se apunta a colocar a este impuesto nuevamente en el centro de los debates regionales en materia de política fiscal.