La educación de las mujeres: de la marginalidad a la coeducación: propuestas para una metodología de cambio educativo = The education of women: from marginality to coeducation: proposals for a methodology to achieve educational change

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La educación de las mujeres: de la marginalidad a la coeducación: propuestas para una metodología de cambio educativo = The education of women: from marginality to coeducation: proposals for a methodology to achieve educational change

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Resumen

La importancia de la educación para el desarrollo individual y colectivo ha sido puesta de relieve desde los años sesenta, en que la teoría del capital humano destacó el hecho de que la inversión educativa es la más rentable de las inversiones, en términos estrictamente económicos, y tanto para la sociedad como para los individuos. Desde entonces, el valor de la educación ha seguido en alza: para todos los grupos humanos que se encuentran en situación de marginación, la educación ha constituido el mecanismo central de cambio de su situación, el que confiere a la vez cualificación para desarrollar la capacidad productiva, conciencia de los derechos como persona y autoestima y autoconfianza para iniciar un proceso de cambio personal de actitudes que conduzca a un mayor control sobre las condiciones en que discurre la propia vida. Esta importancia de la educación se ha puesto de relieve una vez más en el proceso de cambio experimentado por las mujeres. El camino que está llevando a las mujeres desde una situación de marginalidad y subordinación hasta una situación de autonomía y posibilidad de intervención en los procesos de decisión colectivos se inicia siempre en el paso por el sistema educativo, cuyos efectos, como hemos dicho, son dobles: desarrollo de capacidades que harán posible el acceso al empleo y la autonomía económica y fortalecimiento de la confianza y autoestima en las capacidades propias. Objetiva y subjetivamente la educación crea las condiciones para lo que se ha llamado el empoderamiento" de las mujeres, siendo el paso previo para su acceso a cualquier otra forma de "empoderamiento".(*) En la actual situación de América Latina, es necesario acelerar este proceso de educación, como elemento central en la lucha contra la pobreza que se ha entablado en el continente. Si a un determinado nivel de desarrollo económico es discutible que la inversión educativa siga ofreciendo los altos niveles de retorno que se esperaban de ella, en las etapas iniciales del desarrollo estos beneficios son indiscutibles. El Panorama social de América Latina (*) muestra ampliamente cuál puede ser la contribución económica de la educación en el continente, y el coste que representa no invertir oportunamente. Si ello es cierto para el conjunto de la población, es fundamental para las mujeres, que globalmente ostentan niveles educativos muy inferiores a los masculinos y que están aumentando su participación en el mercado de trabajo. De la mujeres depende un alto porcentaje de familias monoparentales. Acelerar el proceso educativo de las mujeres es hoy la mejor manera de combatir la pobreza en América Latina. A la contribución directa que la educación supone al desarrollo económico hay que añadir una serie de contribuciones a nivel social. Uno de los problemas (*) planteados hoy en el mundo, claramente establecidos en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, celebrada en El Cairo en 1994, es el de la sobrepoblación, y la importancia del control del proceso de crecimiento demográfico para poder alcanzar niveles de bienestar sin destruir los recursos del planeta y empobrecer el legado de las nuevas generaciones. Ahora bien, el control del crecimiento demográfico está fuertemente vinculado a la educación de las mujeres: todos los informes al respecto muestran que ésta es la variable fundamental. El aumento de los niveles educativos de las mujeres redunda de manera inmediata en la regulación de los nacimientos, así como en el descenso de la mortalidad infantil. Es decir, en todos los grandes problemas planteados hoy en el mundo tiene una fuerte incidencia la educación de la mujer, que supone la posibilidad de incorporar a una amplísima parte de la población a la capacidad de control sobre el entorno inmediato, con la repercusión de este efecto sobre el conjunto de la sociedad. Sin embargo, y a pesar del reconocimiento internacional sobre la importancia de la extensión de la educación a las mujeres, hay todavía numerosos obstáculos que se oponen a este cambio educativo. Obstáculos derivados de las rutinas, la pobreza, los prejuicios, la escasez de medios, y que no son específicos de América Latina, sino que han surgido en todos los países en algún momento, y han obligado a generar, para hacerles frente, políticas y reformas educativas centradas en la promoción de las mujeres. Partiendo de esta experiencia internacional, trataremos, en este informe, de establecer unas líneas metodológicas de trabajo para una propuesta de cambio en la educación de las mujeres. Para ello no es necesario llevar a cabo un análisis exhaustivo previo ni inventar objetivos nuevos: las conferencias mundiales sobre la mujer han aportado una agenda suficientemente amplia y detallada, a la vez que adoptada por consenso. Se trata ahora de ver cómo es posible llevar a la práctica esta agenda en la forma más concreta posible. La situación educativa de las mujeres en América Latina comienza a ser conocida con bastante detalle, aunque haya importantes diferencias de información según los países. Para ver cuál es nuestro punto de partida se incluye una tipología de las diversas situaciones, de carácter muy general, que ayude a establecer a grandes trazos la problemática existente. A continuación vamos a recordar las recomendaciones de los documentos internacionales que han establecido los objetivos generales a conseguir. Ambas informaciones figuran en la primera parte de este documento y constituyen los antecedentes, por así decir, sobre los que poder establecer y desarrollar una metodología de cambio. Es en la segunda parte que se aborda esta metodología, consistente en una ordenación de los problemas que se presentan en diferentes etapas de la incorporación de las mujeres al sistema educativo, y en una secuenciación de las medidas a emprender, de modo que puedan establecerse prioridades en cada momento. Una serie de observaciones relativas a los agentes del cambio educativo cierran el informe. Nota de terminología: * En el Programa de Acción Regional para las mujeres de América Latina y el Caribe, 1995-2001, y en la Plataforma de Acción de Beijing el concepto de empowerment se utiliza, de acuerdo al contexto, de las siguientes maneras: adquisición y ejercicio del poder por parte de las mujeres; habilitación de la mujer; realización del potencial de la mujer; pleno ejercicio de los derechos de la mujer. * CEPAL, Panorama social de América Latina, 1995 (LC/G.1886-P), Santiago de Chile, diciembre de 1995."

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Resumen
La importancia de la educación para el desarrollo individual y colectivo ha sido puesta de relieve desde los años sesenta, en que la teoría del capital humano destacó el hecho de que la inversión educativa es la más rentable de las inversiones, en términos estrictamente económicos, y tanto para la sociedad como para los individuos. Desde entonces, el valor de la educación ha seguido en alza: para todos los grupos humanos que se encuentran en situación de marginación, la educación ha constituido el mecanismo central de cambio de su situación, el que confiere a la vez cualificación para desarrollar la capacidad productiva, conciencia de los derechos como persona y autoestima y autoconfianza para iniciar un proceso de cambio personal de actitudes que conduzca a un mayor control sobre las condiciones en que discurre la propia vida. Esta importancia de la educación se ha puesto de relieve una vez más en el proceso de cambio experimentado por las mujeres. El camino que está llevando a las mujeres desde una situación de marginalidad y subordinación hasta una situación de autonomía y posibilidad de intervención en los procesos de decisión colectivos se inicia siempre en el paso por el sistema educativo, cuyos efectos, como hemos dicho, son dobles: desarrollo de capacidades que harán posible el acceso al empleo y la autonomía económica y fortalecimiento de la confianza y autoestima en las capacidades propias. Objetiva y subjetivamente la educación crea las condiciones para lo que se ha llamado el empoderamiento" de las mujeres, siendo el paso previo para su acceso a cualquier otra forma de "empoderamiento".(*) En la actual situación de América Latina, es necesario acelerar este proceso de educación, como elemento central en la lucha contra la pobreza que se ha entablado en el continente. Si a un determinado nivel de desarrollo económico es discutible que la inversión educativa siga ofreciendo los altos niveles de retorno que se esperaban de ella, en las etapas iniciales del desarrollo estos beneficios son indiscutibles. El Panorama social de América Latina (*) muestra ampliamente cuál puede ser la contribución económica de la educación en el continente, y el coste que representa no invertir oportunamente. Si ello es cierto para el conjunto de la población, es fundamental para las mujeres, que globalmente ostentan niveles educativos muy inferiores a los masculinos y que están aumentando su participación en el mercado de trabajo. De la mujeres depende un alto porcentaje de familias monoparentales. Acelerar el proceso educativo de las mujeres es hoy la mejor manera de combatir la pobreza en América Latina. A la contribución directa que la educación supone al desarrollo económico hay que añadir una serie de contribuciones a nivel social. Uno de los problemas (*) planteados hoy en el mundo, claramente establecidos en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, celebrada en El Cairo en 1994, es el de la sobrepoblación, y la importancia del control del proceso de crecimiento demográfico para poder alcanzar niveles de bienestar sin destruir los recursos del planeta y empobrecer el legado de las nuevas generaciones. Ahora bien, el control del crecimiento demográfico está fuertemente vinculado a la educación de las mujeres: todos los informes al respecto muestran que ésta es la variable fundamental. El aumento de los niveles educativos de las mujeres redunda de manera inmediata en la regulación de los nacimientos, así como en el descenso de la mortalidad infantil. Es decir, en todos los grandes problemas planteados hoy en el mundo tiene una fuerte incidencia la educación de la mujer, que supone la posibilidad de incorporar a una amplísima parte de la población a la capacidad de control sobre el entorno inmediato, con la repercusión de este efecto sobre el conjunto de la sociedad. Sin embargo, y a pesar del reconocimiento internacional sobre la importancia de la extensión de la educación a las mujeres, hay todavía numerosos obstáculos que se oponen a este cambio educativo. Obstáculos derivados de las rutinas, la pobreza, los prejuicios, la escasez de medios, y que no son específicos de América Latina, sino que han surgido en todos los países en algún momento, y han obligado a generar, para hacerles frente, políticas y reformas educativas centradas en la promoción de las mujeres. Partiendo de esta experiencia internacional, trataremos, en este informe, de establecer unas líneas metodológicas de trabajo para una propuesta de cambio en la educación de las mujeres. Para ello no es necesario llevar a cabo un análisis exhaustivo previo ni inventar objetivos nuevos: las conferencias mundiales sobre la mujer han aportado una agenda suficientemente amplia y detallada, a la vez que adoptada por consenso. Se trata ahora de ver cómo es posible llevar a la práctica esta agenda en la forma más concreta posible. La situación educativa de las mujeres en América Latina comienza a ser conocida con bastante detalle, aunque haya importantes diferencias de información según los países. Para ver cuál es nuestro punto de partida se incluye una tipología de las diversas situaciones, de carácter muy general, que ayude a establecer a grandes trazos la problemática existente. A continuación vamos a recordar las recomendaciones de los documentos internacionales que han establecido los objetivos generales a conseguir. Ambas informaciones figuran en la primera parte de este documento y constituyen los antecedentes, por así decir, sobre los que poder establecer y desarrollar una metodología de cambio. Es en la segunda parte que se aborda esta metodología, consistente en una ordenación de los problemas que se presentan en diferentes etapas de la incorporación de las mujeres al sistema educativo, y en una secuenciación de las medidas a emprender, de modo que puedan establecerse prioridades en cada momento. Una serie de observaciones relativas a los agentes del cambio educativo cierran el informe. Nota de terminología: * En el Programa de Acción Regional para las mujeres de América Latina y el Caribe, 1995-2001, y en la Plataforma de Acción de Beijing el concepto de empowerment se utiliza, de acuerdo al contexto, de las siguientes maneras: adquisición y ejercicio del poder por parte de las mujeres; habilitación de la mujer; realización del potencial de la mujer; pleno ejercicio de los derechos de la mujer. * CEPAL, Panorama social de América Latina, 1995 (LC/G.1886-P), Santiago de Chile, diciembre de 1995."
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