La facilitación del comercio en las negociaciones comerciales, multilaterales y bilaterales

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La facilitación del comercio en las negociaciones comerciales, multilaterales y bilaterales

Resumen

La CEPAL está trabajando en el área de la facilitación del comercio dada la enorme relevancia que este tema tiene actualmente para la competitividad de las exportaciones latinoamericanas. Es así que ha realizado seminarios y reuniones de expertos para debatir acerca del grado de implementación de las herramientas de la facilitación del comercio en los países de la región, como así también acerca de la forma de estimular a los gobiernos a seguir avanzando en este aspecto. En un estudio reciente (Arvis, Jean-François, et al., 2007), se afirma que los países en desarrollo para aprovechar el comercio a nivel mundial y cosechar los beneficios de la globalización, deben desarrollar sus sistemas logísticos. Una integración exitosa a cadenas de suministro se inicia con la capacidad de las empresas para mover mercancías a través de las fronteras de manera confiable, rápida y a bajos costos. También de desprende que, aún cuando las aduanas se han modernizado, persisten los problemas de coordinación entre los procedimientos de frontera, las aduanas y otras entidades fiscalizadoras. El resultado del estudio sugiere que los tomadores de decisiones deberían mirar más allá de la tradicional agenda de facilitación del comercio, enfocada en la infraestructura de transporte y la aplicación de las tecnologías de la información en aduanas, y plantear reformas al mercado de servicios logísticos como así también apuntar a reducir las faltas de coordinación interinstitucional especialmente de las agencias públicas de frontera. Otro estudio reciente de la OCDE (2007), plantea que la aplicación de medidas de facilitación del comercio provocan tres tipos de impactos económicos: (i) afectan positivamente los flujos de comercio (acceso a mercados y eficiencia de las exportaciones); (ii) impactan la atracción de inversiones (costos de transacción versus costos laborales); y (iii) inciden sobre la recaudación fiscal. De hecho, los países con menores costos de transacción han experimentado un mayor aumento de su producto interno bruto a partir de un incremento de las exportaciones de manufacturas. Más aún, pequeñas reducciones de los costos de transacción incrementan significativamente los flujos de comercio. En otro documento de la OCDE (2006) se estudia el caso de República Dominicana en que se puede apreciar la relevancia de los sistemas logísticos en general y de las medidas de facilitación del comercio en particular. En República Dominicana el 90% de sus exportaciones son a los Estados Unidos, especialmente ropa y textiles de alta calidad. Es así como, las exportaciones han impulsado la inversión extranjera directa en las Zonas de Libre Comercio, tanto como el acceso preferencial al mercado estadounidense. Los esquemas preferenciales en términos de origen han impulsado la creación de redes de producción con materias primas provenientes de los Estados Unidos. Estas condiciones unidas a la proximidad geográfica a los Estados Unidos posibilita la producción de vestuario de alta costura y de rápida respuesta a los cambios de preferencia de los consumidores estadounidenses. El tiempo que toma exportar desde República Dominicana a Estados Unidos es de 4 semanas contra 10 semanas desde China, lo cual ha ayudado a las empresas dominicanas a remontar la fuerte competencia china por los precios. La clave para República Dominicana para preservar esta ventaja es contar con servicios logísticos de excelencia en toda la cadena de valor de la industria textil. Otra dimensión de la facilitación del comercio que se toca es el proceso de las negociaciones de facilitación del comercio en la Organización Mundial de Comercio, revisando las propuestas efectuadas por los diferentes países latinoamericanos. Estas propuestas han estado principalmente asociada a temas tales como: (i) las garantías de aplicación del trato especial y diferenciado; (ii) los elementos de identificación de necesidades y prioridades nacionales, la asistencia técnica y la creación de capacidades; (iii) un mecanismo de funcionamiento para la aplicación del trato especial y diferenciado; (iv) el establecimientos de sistemas de información nacionales y para el caso de las economías pequeñas, su reemplazo por servicios de información regionales; (v) las mercancías en tránsito (artículo V del GATT); y (vi) la integridad de los funcionarios de las aduanas, entre otros. A pesar de todos los contratiempos con que se ha encontrado la OMC para concluir la Ronda de Doha, el Comité de Negociaciones de Facilitación del Comercio ha seguido trabajando intensamente hacia la meta cual es conseguir un texto final que cuente con la aprobación de todos los países. A partir de esta revisión de las negociaciones multilaterales sobre facilitación del comercio en la OMC, surge la cuestión de saber ¿en qué nivel de desarrollo de medidas de facilitación se encuentran los países de la región? Otro aspecto de la facilitación del comercio que se analiza es la presencia del tema en los textos de los diversos Tratados de Libre Comercio (TLC) suscritos por varios de los países de América Latina. Todos los TLC especifican alguna cláusula acerca de la publicación oportuna de las leyes y reglamentos, es decir la aplicación del artículo X del GATT, también es muy frecuente encontrar artículos referentes a la cooperación entre las administraciones de las aduanas. Se aprecia también que a pesar de ser mucho menos detallados que el texto en negociación en la OMC, hay aspectos que involucran un nivel mayor de compromisos de eficiencia con plazos establecidos sobre todo con respecto a los envíos urgentes y el despacho ágil de las mercancías en las importaciones, para el caso de los TLC con los Estados Unidos. Sin embargo, se pide un alto nivel de compromiso con relación a la detección de fraudes y actividades ilícitas, lo cual conduce a la obligación de un desarrollo integral de los procedimientos de las aduanas y otras agencias involucradas introduciendo de forma urgente y efectiva las tecnologías de la información. De este modo, los TLC al menos con los Estados Unidos van más allá que las negociaciones de la OMC y establecen compromisos más profundos para los gobiernos con relación a sus procedimientos aduaneros y de comercio exterior. Además, hay compromiso de asistencia técnica mutua para lograr la evolución y convergencia de los procesos considerando los estándares internacionales y las mejores prácticas recomendadas por organismos sectoriales como la OMA (Organización Mundial de Aduanas). Aparentemente, no hay inconsistencia entre los TLC y los textos en negociación en la OMC, en todo caso todos los caminos conducen a requerir de los países en desarrollo la misma finalidad. Implementar las mejores prácticas en materia de facilitación y fiscalización del comercio exterior a través del uso eficiente de las tecnologías de la información utilizando los estándares internacionales para lograr la interoperabilidad de las aduanas a nivel global. Finalmente, se hace una somera revisión del rol de las TIC en la facilitación del comercio, de la cual se desprende que constituyen una pieza fundamental, aunque no imprescindible, puesto que la base de la aplicación exitosa de las TIC esta basada en un proceso de reingeniería de procedimientos para lograr un balance óptimo entre la fiscalización y la facilitación del comercio. Por lo tanto, la racionalización integrada de procedimientos y procesos, es la primera e ineludible tarea para la implementación de medidas de facilitación, labor que se puede enfrentar por etapas pero teniendo una visión global del proyecto desde el principio.


Resumen
La CEPAL está trabajando en el área de la facilitación del comercio dada la enorme relevancia que este tema tiene actualmente para la competitividad de las exportaciones latinoamericanas. Es así que ha realizado seminarios y reuniones de expertos para debatir acerca del grado de implementación de las herramientas de la facilitación del comercio en los países de la región, como así también acerca de la forma de estimular a los gobiernos a seguir avanzando en este aspecto. En un estudio reciente (Arvis, Jean-François, et al., 2007), se afirma que los países en desarrollo para aprovechar el comercio a nivel mundial y cosechar los beneficios de la globalización, deben desarrollar sus sistemas logísticos. Una integración exitosa a cadenas de suministro se inicia con la capacidad de las empresas para mover mercancías a través de las fronteras de manera confiable, rápida y a bajos costos. También de desprende que, aún cuando las aduanas se han modernizado, persisten los problemas de coordinación entre los procedimientos de frontera, las aduanas y otras entidades fiscalizadoras. El resultado del estudio sugiere que los tomadores de decisiones deberían mirar más allá de la tradicional agenda de facilitación del comercio, enfocada en la infraestructura de transporte y la aplicación de las tecnologías de la información en aduanas, y plantear reformas al mercado de servicios logísticos como así también apuntar a reducir las faltas de coordinación interinstitucional especialmente de las agencias públicas de frontera. Otro estudio reciente de la OCDE (2007), plantea que la aplicación de medidas de facilitación del comercio provocan tres tipos de impactos económicos: (i) afectan positivamente los flujos de comercio (acceso a mercados y eficiencia de las exportaciones); (ii) impactan la atracción de inversiones (costos de transacción versus costos laborales); y (iii) inciden sobre la recaudación fiscal. De hecho, los países con menores costos de transacción han experimentado un mayor aumento de su producto interno bruto a partir de un incremento de las exportaciones de manufacturas. Más aún, pequeñas reducciones de los costos de transacción incrementan significativamente los flujos de comercio. En otro documento de la OCDE (2006) se estudia el caso de República Dominicana en que se puede apreciar la relevancia de los sistemas logísticos en general y de las medidas de facilitación del comercio en particular. En República Dominicana el 90% de sus exportaciones son a los Estados Unidos, especialmente ropa y textiles de alta calidad. Es así como, las exportaciones han impulsado la inversión extranjera directa en las Zonas de Libre Comercio, tanto como el acceso preferencial al mercado estadounidense. Los esquemas preferenciales en términos de origen han impulsado la creación de redes de producción con materias primas provenientes de los Estados Unidos. Estas condiciones unidas a la proximidad geográfica a los Estados Unidos posibilita la producción de vestuario de alta costura y de rápida respuesta a los cambios de preferencia de los consumidores estadounidenses. El tiempo que toma exportar desde República Dominicana a Estados Unidos es de 4 semanas contra 10 semanas desde China, lo cual ha ayudado a las empresas dominicanas a remontar la fuerte competencia china por los precios. La clave para República Dominicana para preservar esta ventaja es contar con servicios logísticos de excelencia en toda la cadena de valor de la industria textil. Otra dimensión de la facilitación del comercio que se toca es el proceso de las negociaciones de facilitación del comercio en la Organización Mundial de Comercio, revisando las propuestas efectuadas por los diferentes países latinoamericanos. Estas propuestas han estado principalmente asociada a temas tales como: (i) las garantías de aplicación del trato especial y diferenciado; (ii) los elementos de identificación de necesidades y prioridades nacionales, la asistencia técnica y la creación de capacidades; (iii) un mecanismo de funcionamiento para la aplicación del trato especial y diferenciado; (iv) el establecimientos de sistemas de información nacionales y para el caso de las economías pequeñas, su reemplazo por servicios de información regionales; (v) las mercancías en tránsito (artículo V del GATT); y (vi) la integridad de los funcionarios de las aduanas, entre otros. A pesar de todos los contratiempos con que se ha encontrado la OMC para concluir la Ronda de Doha, el Comité de Negociaciones de Facilitación del Comercio ha seguido trabajando intensamente hacia la meta cual es conseguir un texto final que cuente con la aprobación de todos los países. A partir de esta revisión de las negociaciones multilaterales sobre facilitación del comercio en la OMC, surge la cuestión de saber ¿en qué nivel de desarrollo de medidas de facilitación se encuentran los países de la región? Otro aspecto de la facilitación del comercio que se analiza es la presencia del tema en los textos de los diversos Tratados de Libre Comercio (TLC) suscritos por varios de los países de América Latina. Todos los TLC especifican alguna cláusula acerca de la publicación oportuna de las leyes y reglamentos, es decir la aplicación del artículo X del GATT, también es muy frecuente encontrar artículos referentes a la cooperación entre las administraciones de las aduanas. Se aprecia también que a pesar de ser mucho menos detallados que el texto en negociación en la OMC, hay aspectos que involucran un nivel mayor de compromisos de eficiencia con plazos establecidos sobre todo con respecto a los envíos urgentes y el despacho ágil de las mercancías en las importaciones, para el caso de los TLC con los Estados Unidos. Sin embargo, se pide un alto nivel de compromiso con relación a la detección de fraudes y actividades ilícitas, lo cual conduce a la obligación de un desarrollo integral de los procedimientos de las aduanas y otras agencias involucradas introduciendo de forma urgente y efectiva las tecnologías de la información. De este modo, los TLC al menos con los Estados Unidos van más allá que las negociaciones de la OMC y establecen compromisos más profundos para los gobiernos con relación a sus procedimientos aduaneros y de comercio exterior. Además, hay compromiso de asistencia técnica mutua para lograr la evolución y convergencia de los procesos considerando los estándares internacionales y las mejores prácticas recomendadas por organismos sectoriales como la OMA (Organización Mundial de Aduanas). Aparentemente, no hay inconsistencia entre los TLC y los textos en negociación en la OMC, en todo caso todos los caminos conducen a requerir de los países en desarrollo la misma finalidad. Implementar las mejores prácticas en materia de facilitación y fiscalización del comercio exterior a través del uso eficiente de las tecnologías de la información utilizando los estándares internacionales para lograr la interoperabilidad de las aduanas a nivel global. Finalmente, se hace una somera revisión del rol de las TIC en la facilitación del comercio, de la cual se desprende que constituyen una pieza fundamental, aunque no imprescindible, puesto que la base de la aplicación exitosa de las TIC esta basada en un proceso de reingeniería de procedimientos para lograr un balance óptimo entre la fiscalización y la facilitación del comercio. Por lo tanto, la racionalización integrada de procedimientos y procesos, es la primera e ineludible tarea para la implementación de medidas de facilitación, labor que se puede enfrentar por etapas pero teniendo una visión global del proyecto desde el principio.
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