La competitividad internacional de la industria del vestuario de la República Dominicana

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La competitividad internacional de la industria del vestuario de la República Dominicana

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Resumen La República Dominicana se ha convertido en un nuevo foco de la competitividad internacional de la región de América Latina y el Caribe. En lo que respecta a las importaciones de los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE);, la participación de la República Dominicana en el mercado ha aumentado del 0.08% al 0.12% (del 0.28% al 0.38% en el mercado de América del Norte); y en el mercado de las manufacturas del 0.04% al 0.13% (del 0.13% al 0.40% en América del Norte);. La estructura de sus exportaciones a esos mercados ha variado, ya que los recursos naturales no dinámicos, que representaban el 62.3% del total de las exportaciones en 1980 (65.5%); fueron reemplazadas por rubros dinámicos del sector manufacturero, que representaron el 81.6% del total de las exportaciones en 1995 (84.2%);. La participación de los 10 principales productos de exportación, correspondientes a bienes clasificados con tres dígitos en el sistema de Clasificación Uniforme para el Comercio Internacional (CUCI);, aumentaron de menos del 50% a más del 70% del total de las exportaciones, mientras que el vestuario se convirtió en el rubro más importante de la nueva gama de exportaciones, representando más del 40% del total. La creación de zonas de procesamiento de exportaciones, unida a la notable devaluación de la moneda nacional a mediados de la década de 1980, generaron las condiciones locales adecuadas para que se produjera un aumento vertiginoso de las exportaciones derivadas de las operaciones de ensamblaje. Entre 1980 y 1994 las zonas de procesamiento de exportaciones aumentaron de 3 a 32, el número de empresas que funcionaban en esas zonas creció de 79 a 472, las personas empleadas aumentaron de 18 000 a 176 000, el valor bruto de las exportaciones creció aceleradamente, de 117.1 millones de dólares a poco menos de 1 400 millones, y los ingresos netos en divisas se incrementaron de 44.5 a 426 millones de dólares. Durante el mismo período, el valor de las exportaciones tradicionales de los demás sectores de la economía disminuyó notablemente de 961.8 a 626.5 millones de dólares. En la industria del vestuario predominan las empresas extranjeras (118 de los Estados Unidos, 31 de la República de Corea y 35 de otros países);. Sin embargo, en las zonas de procesamiento de exportaciones operan 111 empresas nacionales del sector del vestuario y fuera de ellas también funcionan empresas dominicanas dedicadas a esa actividad. El éxito notable de las zonas de procesamiento de exportaciones en general y de la industria del vestuario en particular se ve amenazado por tres factores. En primer lugar, las empresas de armado de prendas de vestir de la cuenca del Caribe no pueden equiparar las ventajas que tiene México como signatario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC);. (En materia de aranceles, México tiene una ventaja de seis puntos en los Estados Unidos, muchos artículos de vestuario producidos en el país ya no están sujetos a cuotas de importación y, lo que es fundamental, los insumos de origen mexicano se consideran generados en el ámbito del TLC para el cumplimiento de los requisitos mínimos de contenido);. En segundo lugar, otros países de la cuenca del Caribe -El Salvador, Guatemala y Honduras, entre otros- se han convertido en competidores de la República Dominicana, porque también pagan bajos salarios. Los dos factores mencionados han provocado una disminución de las exportaciones de prendas de vestir y la pérdida de cierta participación en las importaciones estadounidenses de algunos artículos. En tercer lugar, la pérdida de competitividad internacional ha afectado a las empresas dominicanas del sector del vestuario instaladas en las zonas de procesamiento de exportaciones en mayor medida que a las empresas extranjeras, que generalmente forman redes de montaje regionales de las casas matrices. En vista de la situación de las empresas de prendas de vestir de la República Dominicana y a fin de comprender mejor las características concretas de su situación competitiva, se decidió utilizar un cuestionario para solicitar información a un grupo peque o pero representativo de empresas. Se incluyó en la encuesta a 16 empresas, siete extranjeras, cinco mixtas y cuatro dominicanas. Las respuestas a los cuestionarios permitieron deducir que si bien era evidente que las empresas de vestuario dominicanas se habían modernizado en lo que se refiere a la tecnología de la producción y a las prácticas de organización, su competitividad a nivel internacional estaba disminuyendo, especialmente en el caso de las empresas nacionales. Las dificultades de estas últimas empresas se debían, por una parte, a que el mecanismo de las zonas de procesamiento de exportaciones había segmentado la producción y, por otra, a que las redes integradas de producción no podían alcanzar un nivel mínimo de eficiencia para ser competitivos. Sobre la base de este análisis, se formularon varias recomendaciones, entre otras que las empresas dominicanas pudieran aprovechar las ventajas del sistema de zonas de procesamiento de exportaciones sin la obligación de instalarse en ellas; que se promovieran segmentos ('nichos'); de producción especializados y cursos de capacitación a tal efecto; que se alentara la creación de un mayor número de empresas mixtas, con capitales y tecnología nacionales y extranjeros; que se creara un centro de investigación para la industria textil y del vestuario y que se estableciera un centro para promover la productividad y la competitividad internacionales en el sector. Algunas de estas recomendaciones ya se han comenzado a poner en práctica en la República Dominicana.


Resumen
Resumen La República Dominicana se ha convertido en un nuevo foco de la competitividad internacional de la región de América Latina y el Caribe. En lo que respecta a las importaciones de los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE);, la participación de la República Dominicana en el mercado ha aumentado del 0.08% al 0.12% (del 0.28% al 0.38% en el mercado de América del Norte); y en el mercado de las manufacturas del 0.04% al 0.13% (del 0.13% al 0.40% en América del Norte);. La estructura de sus exportaciones a esos mercados ha variado, ya que los recursos naturales no dinámicos, que representaban el 62.3% del total de las exportaciones en 1980 (65.5%); fueron reemplazadas por rubros dinámicos del sector manufacturero, que representaron el 81.6% del total de las exportaciones en 1995 (84.2%);. La participación de los 10 principales productos de exportación, correspondientes a bienes clasificados con tres dígitos en el sistema de Clasificación Uniforme para el Comercio Internacional (CUCI);, aumentaron de menos del 50% a más del 70% del total de las exportaciones, mientras que el vestuario se convirtió en el rubro más importante de la nueva gama de exportaciones, representando más del 40% del total. La creación de zonas de procesamiento de exportaciones, unida a la notable devaluación de la moneda nacional a mediados de la década de 1980, generaron las condiciones locales adecuadas para que se produjera un aumento vertiginoso de las exportaciones derivadas de las operaciones de ensamblaje. Entre 1980 y 1994 las zonas de procesamiento de exportaciones aumentaron de 3 a 32, el número de empresas que funcionaban en esas zonas creció de 79 a 472, las personas empleadas aumentaron de 18 000 a 176 000, el valor bruto de las exportaciones creció aceleradamente, de 117.1 millones de dólares a poco menos de 1 400 millones, y los ingresos netos en divisas se incrementaron de 44.5 a 426 millones de dólares. Durante el mismo período, el valor de las exportaciones tradicionales de los demás sectores de la economía disminuyó notablemente de 961.8 a 626.5 millones de dólares. En la industria del vestuario predominan las empresas extranjeras (118 de los Estados Unidos, 31 de la República de Corea y 35 de otros países);. Sin embargo, en las zonas de procesamiento de exportaciones operan 111 empresas nacionales del sector del vestuario y fuera de ellas también funcionan empresas dominicanas dedicadas a esa actividad. El éxito notable de las zonas de procesamiento de exportaciones en general y de la industria del vestuario en particular se ve amenazado por tres factores. En primer lugar, las empresas de armado de prendas de vestir de la cuenca del Caribe no pueden equiparar las ventajas que tiene México como signatario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC);. (En materia de aranceles, México tiene una ventaja de seis puntos en los Estados Unidos, muchos artículos de vestuario producidos en el país ya no están sujetos a cuotas de importación y, lo que es fundamental, los insumos de origen mexicano se consideran generados en el ámbito del TLC para el cumplimiento de los requisitos mínimos de contenido);. En segundo lugar, otros países de la cuenca del Caribe -El Salvador, Guatemala y Honduras, entre otros- se han convertido en competidores de la República Dominicana, porque también pagan bajos salarios. Los dos factores mencionados han provocado una disminución de las exportaciones de prendas de vestir y la pérdida de cierta participación en las importaciones estadounidenses de algunos artículos. En tercer lugar, la pérdida de competitividad internacional ha afectado a las empresas dominicanas del sector del vestuario instaladas en las zonas de procesamiento de exportaciones en mayor medida que a las empresas extranjeras, que generalmente forman redes de montaje regionales de las casas matrices. En vista de la situación de las empresas de prendas de vestir de la República Dominicana y a fin de comprender mejor las características concretas de su situación competitiva, se decidió utilizar un cuestionario para solicitar información a un grupo peque o pero representativo de empresas. Se incluyó en la encuesta a 16 empresas, siete extranjeras, cinco mixtas y cuatro dominicanas. Las respuestas a los cuestionarios permitieron deducir que si bien era evidente que las empresas de vestuario dominicanas se habían modernizado en lo que se refiere a la tecnología de la producción y a las prácticas de organización, su competitividad a nivel internacional estaba disminuyendo, especialmente en el caso de las empresas nacionales. Las dificultades de estas últimas empresas se debían, por una parte, a que el mecanismo de las zonas de procesamiento de exportaciones había segmentado la producción y, por otra, a que las redes integradas de producción no podían alcanzar un nivel mínimo de eficiencia para ser competitivos. Sobre la base de este análisis, se formularon varias recomendaciones, entre otras que las empresas dominicanas pudieran aprovechar las ventajas del sistema de zonas de procesamiento de exportaciones sin la obligación de instalarse en ellas; que se promovieran segmentos ('nichos'); de producción especializados y cursos de capacitación a tal efecto; que se alentara la creación de un mayor número de empresas mixtas, con capitales y tecnología nacionales y extranjeros; que se creara un centro de investigación para la industria textil y del vestuario y que se estableciera un centro para promover la productividad y la competitividad internacionales en el sector. Algunas de estas recomendaciones ya se han comenzado a poner en práctica en la República Dominicana.
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