Objetivos de desarrollo del milenio. Informe 2006: una mirada a la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer en América Latina y el Caribe

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Objetivos de desarrollo del milenio. Informe 2006: una mirada a la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer en América Latina y el Caribe

Resumen

Este informe es el resultado del trabajo conjunto de los organismos especializados del Sistema de las Naciones Unidas en América Latina y el Caribe que se inició, en 2005, con el Informe Regional titulado "Objetivos de Desarrollo del Milenio: Una mirada desde América Latina y el Caribe" (Naciones Unidas 2005). En su elaboración han contribuido todos los organismos y, muy especialmente, el UNIFEM, la OPS, el UNFPA y la CEPAL, ésta última como organismo coordinador. Partiendo de la información disponible más reciente en el momento de la elaboración del presente informe, la atención se centra en el avance logrado en el cumplimiento del objetivo 3 (Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer), haciendo hincapié en su vinculación con la meta 1 del objetivo 1 (Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a 1 dólar por día). Dada la doble dimensión de la autonomía de las mujeres, como objetivo por derecho propio y como condición necesaria para el cumplimiento de los demás objetivos, en el informe se analizan, junto a la evolución de los indicadores oficiales, un conjunto de indicadores complementarios y adicionales, disponibles para la región, que sirven para ilustrar con mayor profundidad las desigualdades y discriminaciones de género que prevalecen en distintas esferas. Se identifican y analizan cuatro desafíos críticos que hay que enfrentar para acercarse al pleno cumplimiento del objetivo 3: la paridad de género en el acceso a la toma de decisiones, el reconocimiento del trabajo no remunerado, la erradicación de la violencia contra la mujer y el ejercicio de los derechos reproductivos. En la primera parte se analiza la importancia de los objetivos de desarrollo del Milenio para alcanzar la igualdad de género, destacando los avances y los principales desafíos identificados después de 2005, fecha del último informe regional sobre las metas del milenio. También se argumenta a favor de una visión integrada de estos objetivos con la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y la agenda emanada de las cumbres mundiales celebradas en los años noventa, que culminaron en la Asamblea del Milenio. Abordando conjuntamente los avances y los indicadores tanto de la meta 1 del objetivo 1 como del objetivo 3, se presta especial atención al vínculo entre la pobreza y la autonomía de las mujeres, y a la relación de ambas con el uso del tiempo, el ejercicio de los derechos reproductivos, la erradicación de la violencia y la democracia paritaria. También se hace un repaso al progreso realizado en el último período sobre la base de la información de los indicadores oficiales y otros indicadores adicionales disponibles para la mayoría de los países con respecto a los objetivos 1 y 3. Por otra parte, se revisa el estado de la información y se señala la necesidad de aprovechar mejor las fuentes disponibles, dado que se observa que la información existente se utiliza por debajo de las posibilidades. Al mismo tiempo, se insiste en la importancia de mejorar los procesos de recolección, procesamiento y análisis de los datos a nivel nacional y se recomienda la integración de las estadísticas de género como parte del trabajo estadístico. Partiendo de que la disponibilidad de información es un instrumento esencial para la formulación de políticas, se aboga especialmente por las encuestas de uso del tiempo, así como por mantener un registro adecuado de la participación política de las mujeres, el ejercicio de los derechos reproductivos y la incidencia de la violencia de género. En la segunda parte se analizan cuatro dimensiones de la autonomía y el empoderamiento de las mujeres que constituyen desafíos centrales para lograr mayores avances en materia de equidad de género. El primer tema abordado es el trabajo no remunerado de las mujeres, a la luz de la información disponible desde el inicio de la década de 1990, haciendo hincapié en la importancia del trabajo de cuidado en materia de salud, casi siempre a cargo de las mujeres, y las políticas públicas que afectan a la armonización entre su vida pública y privada. Se ofrece una visión más precisa sobre los principales factores que limitan la autonomía económica de las mujeres y las interrelaciones que existen entre igualdad de género y pobreza. En particular, se pone de manifiesto la trascendencia de la autonomía económica de las mujeres para el logro de la meta 1. El segundo tema consiste en una aproximación a la participación femenina en los parlamentos nacionales y los poderes ejecutivos a nivel nacional y local (municipal), con el fin de analizar el empoderamiento de las mujeres en la esfera pública. En tercer lugar, se analiza el ejercicio de los derechos reproductivos y el acceso a la salud reproductiva y, finalmente, la violencia basada en el género, mostrando su importancia para la consecución de los objetivos de desarrollo del Milenio en la región. En las conclusiones se presenta una síntesis del avance logrado y se proponen algunas orientaciones generales en materia de políticas que pueden contribuir al logro de los objetivos.


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Resumen
Este informe es el resultado del trabajo conjunto de los organismos especializados del Sistema de las Naciones Unidas en América Latina y el Caribe que se inició, en 2005, con el Informe Regional titulado "Objetivos de Desarrollo del Milenio: Una mirada desde América Latina y el Caribe" (Naciones Unidas 2005). En su elaboración han contribuido todos los organismos y, muy especialmente, el UNIFEM, la OPS, el UNFPA y la CEPAL, ésta última como organismo coordinador. Partiendo de la información disponible más reciente en el momento de la elaboración del presente informe, la atención se centra en el avance logrado en el cumplimiento del objetivo 3 (Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer), haciendo hincapié en su vinculación con la meta 1 del objetivo 1 (Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a 1 dólar por día). Dada la doble dimensión de la autonomía de las mujeres, como objetivo por derecho propio y como condición necesaria para el cumplimiento de los demás objetivos, en el informe se analizan, junto a la evolución de los indicadores oficiales, un conjunto de indicadores complementarios y adicionales, disponibles para la región, que sirven para ilustrar con mayor profundidad las desigualdades y discriminaciones de género que prevalecen en distintas esferas. Se identifican y analizan cuatro desafíos críticos que hay que enfrentar para acercarse al pleno cumplimiento del objetivo 3: la paridad de género en el acceso a la toma de decisiones, el reconocimiento del trabajo no remunerado, la erradicación de la violencia contra la mujer y el ejercicio de los derechos reproductivos. En la primera parte se analiza la importancia de los objetivos de desarrollo del Milenio para alcanzar la igualdad de género, destacando los avances y los principales desafíos identificados después de 2005, fecha del último informe regional sobre las metas del milenio. También se argumenta a favor de una visión integrada de estos objetivos con la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y la agenda emanada de las cumbres mundiales celebradas en los años noventa, que culminaron en la Asamblea del Milenio. Abordando conjuntamente los avances y los indicadores tanto de la meta 1 del objetivo 1 como del objetivo 3, se presta especial atención al vínculo entre la pobreza y la autonomía de las mujeres, y a la relación de ambas con el uso del tiempo, el ejercicio de los derechos reproductivos, la erradicación de la violencia y la democracia paritaria. También se hace un repaso al progreso realizado en el último período sobre la base de la información de los indicadores oficiales y otros indicadores adicionales disponibles para la mayoría de los países con respecto a los objetivos 1 y 3. Por otra parte, se revisa el estado de la información y se señala la necesidad de aprovechar mejor las fuentes disponibles, dado que se observa que la información existente se utiliza por debajo de las posibilidades. Al mismo tiempo, se insiste en la importancia de mejorar los procesos de recolección, procesamiento y análisis de los datos a nivel nacional y se recomienda la integración de las estadísticas de género como parte del trabajo estadístico. Partiendo de que la disponibilidad de información es un instrumento esencial para la formulación de políticas, se aboga especialmente por las encuestas de uso del tiempo, así como por mantener un registro adecuado de la participación política de las mujeres, el ejercicio de los derechos reproductivos y la incidencia de la violencia de género. En la segunda parte se analizan cuatro dimensiones de la autonomía y el empoderamiento de las mujeres que constituyen desafíos centrales para lograr mayores avances en materia de equidad de género. El primer tema abordado es el trabajo no remunerado de las mujeres, a la luz de la información disponible desde el inicio de la década de 1990, haciendo hincapié en la importancia del trabajo de cuidado en materia de salud, casi siempre a cargo de las mujeres, y las políticas públicas que afectan a la armonización entre su vida pública y privada. Se ofrece una visión más precisa sobre los principales factores que limitan la autonomía económica de las mujeres y las interrelaciones que existen entre igualdad de género y pobreza. En particular, se pone de manifiesto la trascendencia de la autonomía económica de las mujeres para el logro de la meta 1. El segundo tema consiste en una aproximación a la participación femenina en los parlamentos nacionales y los poderes ejecutivos a nivel nacional y local (municipal), con el fin de analizar el empoderamiento de las mujeres en la esfera pública. En tercer lugar, se analiza el ejercicio de los derechos reproductivos y el acceso a la salud reproductiva y, finalmente, la violencia basada en el género, mostrando su importancia para la consecución de los objetivos de desarrollo del Milenio en la región. En las conclusiones se presenta una síntesis del avance logrado y se proponen algunas orientaciones generales en materia de políticas que pueden contribuir al logro de los objetivos.
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