Estilos de desarrollo y mutaciones del sector laboral en la región norte de América Latina

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Estilos de desarrollo y mutaciones del sector laboral en la región norte de América Latina

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Resumen Este trabajo analiza diversos aspectos relacionados con las transformaciones del sector laboral que ocurrieron en el marco del llamado proceso de globalización de los países de la Región Norte de América Latina. El régimen de política económica que en éstos se instauró progresivamente a raíz de las reformas estructurales iniciadas en los años ochenta supuso fuertes cambios en las condiciones de operación de los mercados. Uno de los objetivos de la reforma fue inducir un estilo de desarrollo abierto a y dinamizado por los flujos comerciales y financieros internacionales. Ya fuera de manera explícita o implícita, se esperaba que el nuevo estilo de desarrollo propiciara una absorción gradualmente más acelerada del factor con que las economías de la región cuentan en mayor abundancia, es decir, el trabajo no calificado. De acuerdo con la teoría subyacente en el régimen de política económica con que se administró la globalización, las reformas estructurales -y en primer lugar, la apertura de la cuenta comercial y la de capital de la balanza de pagos-  también inducirían tarde o temprano una mejoría generalizada del ingreso medio real de la población al impulsar un incremento mayor de las remuneraciones de este segmento de la mano de obra en relación con los factores menos abundantes: el trabajo especializado y el capital. En las diversas secciones del presente estudio se examina un conjunto amplio de indicadores laborales y productivos con objeto de cotejar analíticamente la manera en que las tendencias dominantes en las últimas dos décadas en los mercados de trabajo de la región se acercan a estos resultados generales. Las conclusiones que se desprenden del estudio sugieren que el nuevo régimen de política económica perfiló un estilo de desarrollo cuyo dinamismo tiende a aglutinarse en toda la región en torno a las plantas maquiladoras de exportación, las actividades de atención al turismo internacional y algunos servicios. Diversas razones de orden estructural e institucional debilitaron en la práctica las acciones de fomento del Estado, lo que condujo a una marcada disminución de las políticas sectoriales y de desarrollo productivo. De esta manera, una serie de problemas heredados del régimen de crecimiento anterior, lejos de disminuir se agudizaron en el transcurso de los últimos tres o cuatro lustros. Luego, tendió a acrecentarse la heterogeneidad estructural del sistema productivo y del mercado de trabajo, que ya era grande en todos los países al entrar en crisis el modelo de sustitución de importaciones. En cuanto a la perspectiva laboral, el estilo de desarrollo vigente se traduce en una débil capacidad de absorción de mano de obra en el mercado formal urbano y determina incrementos sustanciales de la ocupación en actividades de supervivencia, de muy baja productividad y por consiguiente escasamente remunerativas. Lejos de las expectativas de un uso eficiente de los recursos económicos, y muy particularmente de los laborales, la evolución económica regional de las últimas dos décadas revela la profundización de diversas dinámicas de exclusión social cuyo producto final son fenómenos preocupantes -que en estos años adquirieron un estatuto casi sistémico"- como la emigración de contingentes cuantitativa y cualitativamente importantes de fuerza de trabajo de la región hacia los Estados Unidos, el empobrecimiento de amplias capas de población y la desigualdad del ingreso y la riqueza."


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Resumen
Resumen Este trabajo analiza diversos aspectos relacionados con las transformaciones del sector laboral que ocurrieron en el marco del llamado proceso de globalización de los países de la Región Norte de América Latina. El régimen de política económica que en éstos se instauró progresivamente a raíz de las reformas estructurales iniciadas en los años ochenta supuso fuertes cambios en las condiciones de operación de los mercados. Uno de los objetivos de la reforma fue inducir un estilo de desarrollo abierto a y dinamizado por los flujos comerciales y financieros internacionales. Ya fuera de manera explícita o implícita, se esperaba que el nuevo estilo de desarrollo propiciara una absorción gradualmente más acelerada del factor con que las economías de la región cuentan en mayor abundancia, es decir, el trabajo no calificado. De acuerdo con la teoría subyacente en el régimen de política económica con que se administró la globalización, las reformas estructurales -y en primer lugar, la apertura de la cuenta comercial y la de capital de la balanza de pagos-  también inducirían tarde o temprano una mejoría generalizada del ingreso medio real de la población al impulsar un incremento mayor de las remuneraciones de este segmento de la mano de obra en relación con los factores menos abundantes: el trabajo especializado y el capital. En las diversas secciones del presente estudio se examina un conjunto amplio de indicadores laborales y productivos con objeto de cotejar analíticamente la manera en que las tendencias dominantes en las últimas dos décadas en los mercados de trabajo de la región se acercan a estos resultados generales. Las conclusiones que se desprenden del estudio sugieren que el nuevo régimen de política económica perfiló un estilo de desarrollo cuyo dinamismo tiende a aglutinarse en toda la región en torno a las plantas maquiladoras de exportación, las actividades de atención al turismo internacional y algunos servicios. Diversas razones de orden estructural e institucional debilitaron en la práctica las acciones de fomento del Estado, lo que condujo a una marcada disminución de las políticas sectoriales y de desarrollo productivo. De esta manera, una serie de problemas heredados del régimen de crecimiento anterior, lejos de disminuir se agudizaron en el transcurso de los últimos tres o cuatro lustros. Luego, tendió a acrecentarse la heterogeneidad estructural del sistema productivo y del mercado de trabajo, que ya era grande en todos los países al entrar en crisis el modelo de sustitución de importaciones. En cuanto a la perspectiva laboral, el estilo de desarrollo vigente se traduce en una débil capacidad de absorción de mano de obra en el mercado formal urbano y determina incrementos sustanciales de la ocupación en actividades de supervivencia, de muy baja productividad y por consiguiente escasamente remunerativas. Lejos de las expectativas de un uso eficiente de los recursos económicos, y muy particularmente de los laborales, la evolución económica regional de las últimas dos décadas revela la profundización de diversas dinámicas de exclusión social cuyo producto final son fenómenos preocupantes -que en estos años adquirieron un estatuto casi sistémico"- como la emigración de contingentes cuantitativa y cualitativamente importantes de fuerza de trabajo de la región hacia los Estados Unidos, el empobrecimiento de amplias capas de población y la desigualdad del ingreso y la riqueza."
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